Por Teresa y Ratoner
Dos vecinos que se habían conocido en una tertulia literaria se encontraron por casualidad en el Parque del Retiro y comenzaron a andar sin rumbo comentando cada cual qué le había parecido dicha tertulia.
—Yo creía que era un club de lectura —dijo uno.
—El moderador parece un poco perdido —dijo el otro.
—Sí, le falta café*, que dirían en las tertulias clásicas.
*’Faltar café’ era una expresión para indicar que visitaba pocas tertulias.
Sin darse cuenta, anda que te andarás, llegaron a un pequeño estanque al que le echaron un poco de imaginación.
Acuarela: Teresa |
—Ya que le hemos echado un poco de imaginación a este estanque —sugirió el primero—, ¿qué te parece si le echamos otro poco a la tertulia donde nos conocimos?
- Historias de barrio.
- Recuerdos de juventud.
- Libros de microrrelatos.
- Eventos de la zona.
- Formación digital.
- …
Ambos reconocieron que su formación digital dejaba bastante que desear pero que se defendían bien en los grupos de wasap en los que participaban. ¿Se podría pasar de wasapear a bloguear sin muchos problemas?
Ya tenía una pregunta para la próxima tertulia.
No conocían apenas libros de microrrelatos pero recordaban bastante chistes. Por la tele, habían visto humoristas que estiraban chistes conocidos hasta el extremo que parecía microteatro.
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