Presentación
Este fenómeno, que afecta a millones de mujeres en todo el mundo, no solo se manifiesta a través de agresiones físicas, sino que también tiene repercusiones psicológicas y emocionales que pueden perdurar a lo largo del tiempo.
La violencia de género se traduce en un ciclo vicioso que afecta la salud integral de las mujeres. Desde problemas físicos como lesiones y enfermedades crónicas hasta trastornos mentales como la depresión y la ansiedad; las consecuencias son devastadoras. Las mujeres que sufren violencia tienden a descuidar su salud, retrasando visitas al médico o evitando tratamientos necesarios por miedo o estigmatización.
Además, el impacto no se limita solo a las víctimas directas; también afecta a sus familias y comunidades, perpetuando un ambiente de miedo y desconfianza. Es fundamental crear conciencia sobre esta problemática y fomentar espacios seguros donde las mujeres puedan hablar y buscar ayuda. Solo así podremos comenzar a romper el silencio y construir un futuro libre de violencia.
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